Al límite, como terminó decretándose su permanencia en la categoría en la última temporada, Independiente de Neuquén confirmó ante las autoridades del Consejo Federal su participación en el Torneo Argentino B.
Con sistema de disputa ya difundido, las zonas armadas e incluso el plazo para responder en primera instancia vencido, la única duda entre 48 clubes del cuadro de competencia eran los capitalinos.
Y para sumar aún más al desconcierto “Rojo”, el técnico no seguiría siendo otro que Roger Morales, aún después de haberse iniciado charlas oficiales con Claudio Sícolo creyendo que el ex mediocampista central presentaría su renuncia como DT para irse a Cipolletti acompañando a Lorenzo Frutos en el cuerpo técnico.
Un enrollo de situaciones que no hacen más que graficar el panorama de profunda confusión que vive una de las instituciones más tradicionales de la provincia neuquina.
Gastón Sobisch, su Presidente, reunió los fondos necesarios para afrontar la campaña que seguramente lo seguirá teniendo como local en cancha de Centenario y una plantilla que recién ahora comenzará a conformarse.
El malestar con Morales es real desde algunos sectores, pero también está probada la fidelidad que el hijo del ex Gobernando de la provincia ha tenido para sus conductores de grupos deportivos: Santángelo en el básquet es otro de los claros ejemplos.
Se producirá, seguramente, una reunión entre partes para comenzar a delinear los próximos pasos y pensar en una competencia que volverá a enfrentarlos con: Deportivo Roca, Boca de Río Gallegos, Deportivo Madryn, Huracán de Comodoro Rivadavia y Cruz del Sur de Bariloche.
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